El rugby y Defender tienen una conexión profunda. Estamos hechos del mismo molde, diseñados para la fuerza y la durabilidad.
El rugby exige una fortaleza interior y un nivel de resistencia que Defender encarna. Ambos representan el espíritu de aventura y la determinación de alcanzar la excelencia. Una combinación perfecta para quienes buscan superar los límites, dentro y fuera del campo.
Juntos celebramos la fuerza y la resiliencia del espíritu humano. Juntos abrazamos lo imposible.
En 1887, Emily Valentine, de 10 años, rogó unirse a un partido de rugby cuando a sus hermanos les faltaba un jugador. Se quitó el abrigo y el sombrero, y a pesar de sus enaguas victorianas, usó su velocidad y determinación para atravesar a la oposición y anotar el primer try documentado por una mujer. Una inspiración para las mujeres y niñas del futuro.
Para dar vida a esta historia fundamental del rugby femenino, regresamos al lugar donde ocurrió: Enniskillen, Irlanda. El club local continúa con orgullo el legado pionero de Emily Valentine con una sección femenina de rugby en pleno auge. Uno de muchos ejemplos de cómo el rugby femenino prospera en todo el mundo.
Un Defender 110 personalizado diseñado para transportar el trofeo en una gira por las ocho ciudades anfitrionas de la Copa Mundial de Rugby Femenino 2025. Este Defender cuenta con cristales traseros extendidos e iluminación personalizada para ofrecer la mejor vista posible del trofeo.
Defender fue socio principal de la Copa Mundial de Rugby Masculino Francia 2023.